miércoles

El calzado

Cuando vamos a adquirir un calzado, son muchos los modelos que nos gustan, pero no todos nos convienen.La función principal del calzado es la de prteger al pie de las agresiones de agentes externos como la temperatura, las irregularidades del suelo y la dureza de este.Por esta razón el zapato debe de ser ante todo confortable y es este el que debe de acomodarse al pie y no el pie a este. Un zapato, si no es escogido adecuadamente va progresivamente deformando los huesos, músculos, tendones y vasos sanguíneos del pie hasta el punto de que estos últimos no pueden cumplir en forma adecuada su misión de riego sanguíneo y la consecuencia son durezas, juanetes, callos y un sin fín de problemas.De esta forma el pie deberá estar siempre protegido con un buen calzado para que cumpla bien su función y permitan a este la libertad de movimiento de los dedos, incluyendo el pulgar.Un calzado adecuado y correctamente adpatado a la anatomía del pie se compone de tres partes:

1.La suela, debe de ser flexible y abarcar la totalidad del pie para que este descanse completamente sobre ella.Si la suela es rígida queratiniza las superficies de contacto , produciendo las típicas durezas de los pies.

2. El corte o caña, que está formado por el empeine en su parte anterior y el contrafuerte en su parte posterior.Si el empeine es demasiado estrecho o puntiagudo, deforma los dedos del pie, y si el contrafuerte es demasiado recio o alto , molesta al tendón de Aquiles, lo que provoca ampollas y callosidades.

3. El tacón, que está instalado en la parte posterior de la suela .La longitud total del tacón debe ser entre un tercio y un cuarto de la longitud total de la suela.

Cuando el tacón es demasiado alto fuerza los dedos hacia adelante .El hueso calcáneo situado en el talón , es el receptor del peso y transmite parte de este hacia el primero y quinto metatarsiano, formando así estos tres huesos un triangulo de descarga.
Si el tacón es excesivamente alto, el peso que soporta el calcáneo lo desplazamos hacia las extremidades de los dedos y el apoyo se realiza en el tercer y cuarto metatarsiano y como consecuencia aparecen dolores y callosidades y en esta situación para poder andar es necesario mantener las rodillas con una ligera flexión y esto repercute en las vértebras lumbares que deben tomar una curvatura exagerada para mantener el equilibrio , al mismo tiempo cada paso produce una torsión en la pelvis y la repercución estética es: unas rodillas con gran acumulación adiposa en su parte interna , un arqueado de la espalda exagerado y en consecuencia un vientre proyectado hacia adelante.Una postura para nada favorable.
Cerca de un 70% de los adultos sufren de los pies y las mujeres están afectadas de este problema cuatro veces más que los hombres solo que a las mujeres estas afecciones se manifiestan como deformidades en los pies y a los hombres en forma de sudoraciones, hongos y alteraciones de la circulación sanguínea debido a que utilizan un calzado más cerrado.
Un buen consejo es visitar periodicamente al podólogo que es quien tiene la última palabra.
Importante saberlo: Los callos son la respuesta de la piel cuando algo le irrita o le molesta, y se defiende aumentando el grosor de su capa cornea .Con el tiempo el callo va creciendo hacia dentro , formando una especie de clavo que llega a tocar el nervio y es ahí cuando se producen los dolores . Como dijimos anteriormente la causa de la aparición de callos suele ser la forma incorrecta de andar o del uso de un calzado inadecuado para nuestros pies.
Las durezas también son debido a una hiperqueratosis de la piel .Localizadas en la planta del pie o en el talón .La causa de su aparición es permanecer mucho tiempo de pie .Las cremas emolientes palian sus efectos pero no soluciona el problema, que es médico.
Los hongos, cuya presencia se traduce en picor , sobre todo en la planta de los pies y en los espacios interdigitales, son agentes altamente contagiosos y reciben el nombre popular de pie de atleta , ya que suelen contraerse en gimnasios , playas, piscinas y en lugares cálidos y húmedos.

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